miércoles, 27 de julio de 2011

La felicidad... y los celos.

Hola, herman@s. Últimamente algunos de vosotros os habéis dado cuenta de que mi carácter, ya de por sí dicharachero, se ha tornado incluso más alegre. Que voy por ahí con una sonrisa estúpida en la cara todo el día, feliz cual puerco rebozándose en el barro. Algunos de vosotros, digo, os habéis dado cuenta. Y os pido un ¡Aleluya!, hermanos, porque vuestro pastor ha visto la luz. Y os pido un ¡Amén!, hermanas, porque vuestro pastor ha encontrado el camino. Algunos de vosotros, los más afortunados, ya habéis tenido el privilegio de conocer el motivo de mi dicha. Otros entre vosotros, y podéis decir ¡Oh, Yeah!, pronto compartiréis mi alegría al contemplar el sol que me acompaña e ilumina mis días. Y diréis ¡Amén!. Y diréis ¡Oh, Yeah!. Y diréis ¡Gracias, Señor!... ¿Y sabéis lo que digo yo? ¡Aleluya! Porque sin saberlo, te he estado buscando toda la vida, y al fin te he encontrado.

En fin. Que ya sabéis cómo estoy. Feliz. Y además, me he dado cuenta de lo privilegiados que somos como grupo. Que nuestra amistad es algo especial de lo que debemos estar orgullosos y, sobre todo, debemos estar agradecidos. Todos vosotros os habéis portado a lo largo de los años como verdaderos amigos, y últimamente todos me habéis apoyado, felicitado y alegrado conmigo. Y quiero daros las gracias: GRACIAS. Mil gracias por compartir y agrandar mi felicidad, y por compartir y menguar mis penas. Mil gracias por ser mis amigos. Os quiero un montón. Tenemos algo especial, y últimamente me han hecho ver lo afortunados que somos. Que lo nuestro no es nada común. No dejemos que se estropee. Meditad conmigo, herman@s, arrodillaos, recapacitad, dad gracias y regocijaos, porque un regalo nos ha sido concedido, herman@s, y a veces no nos damos cuenta de lo que tenemos hasta que lo perdemos... Decid conmigo: ¡Amén!

Pero no todo es felicidad en el paraíso, hermanos. A veces la serpiente se acerca al árbol y nos tienta con una manzana envenenada, hermanas. ¡Oh, sí! Y cuando más felices somos más grande será la tentación.... Y os podría decir, congregación mía, que he tenido un sueño, como dijo aquél, pero ese sueño no viene a cuento ahora, así que os voy a contar una historia. El relato de una dama ofendida sin motivo, y el castigo que le dió al caballero. Iba yo feliz esta tarde, todo lo feliz que puede estar un hombre tras dejar a su amada, y se me ocurrió, infame idea, nefasta de solemnidad, ir a dar una vuelta en mi moto, la Señorita Virago, dama de la cual os he hablado con anterioridad, para hablarle de la nueva situación, y contarle que si bien su carga se iba a ver incrementada en una persona más, y que en vez de dos (mi dama y yo) íbamos a ser tres (mis dos damas y yo), este hecho no debía importunarle, sino que debía ser motivo de regocijo, ya que ella siempre tiene reservado su hueco en mi corazón, y si bien el amor todo lo puede, el transporte sigue siendo un bien de primera necesidad, y ahí ella siempre tendría las de ganar. Le quité el candado. Le conecté la batería. La acaricié suavemente en el asiento mientras le decía hola. Le tiré del aire para poder oír mejor su bello tronar. Puse el contacto y pulsé el encendido, y entonces me dejó oír su voz. Primero más grave y luego, a medida que iba despertando de su aletargado sueño, más melodiosa. Y yo le explicaba que no debía estar celosa, que no se enfadara, que no se atreviera a pensar siquiera en tirar a mi otra dama por el suelo. Y entonces pasó: en un ataque de celos repentino, se fue al suelo, arrastrando mi hercúleo cuerpo con ella.
En resumen, un coche frenó de golpe y yo hice todo lo posible por frenar también, pero como mi dama no tiene abs, se me fue de atrás y luego de delante, y acabé deslizándome y parando contra el parachoques del coche de delante. El conductor del coche de detrás tuvo los reflejos suficientes como para no arrollarme (por un palmo, más o menos). A todo esto, la aparatosa caída fue delante de un supermercado y enfrente de un bar, cuya terraza estaba abarrotada es esos momentos. Una señora gritó en el super "¡Ay! ¡Que se ha matado, Dios mío!", mientras que dos cajeras salían corriendo hacia mí, no sé muy bien si para confirmarlo o para ayudarme. De los del bar, diez o doce personas se levantaron asustados, dos hicieron el amago de cruzar para ayudarme, y me pareció ver con el rabillo del ojo cómo otro, un torista, escupía su café del susto y decía un improperio. Hay rumores de que otro torista, un cabronazo en toda regla, sacaba fotos del altercado... En fin, amig@s, que la lié parda, como dijo aquella intelectual en la tele. Un chou digno de mí.
En otras épocas de mi vida, seguramente me habría partido todos los huesos del cuerpo y además el peluco. Pero hoy por hoy la suerte me acompaña, y debido al hechizo de una bella Moura soy prácticamente indestructible, así que el saldo fue sólo un rascazo de nada en el brazo. El del coche, totalmente acoquinado (para los que no lo sepan, es lo mismo que acojonado, pero en mi blog no me dejan poner tacos), me ayudó a levantar a mi dama (que a estas alturas estaba realmente arrepentida), me preguntó ochenta y cuatro veces si estaba bien, me dijo que no hacía falta dar parte, que lo sentía, que yo era un tío de puta madre, que esta es mi novia que venía conmigo en el coche, que si la fulana del perrito se tiró al paso de cebra, que si quieres tómate algo que yo te lo pago... Mientras, las del super me decían que si me había dado un golpe en la cabeza, que mirara bien a ver si estaba en coma o algo, que seguro que me había roto algún hueso, que menuda leche te has dado, que si la moto perdía gasolina, que no te quites el casco que seguro que tienes el cráneo roto... Veinte personas más o menos esperando a que me desmayara o algo peor haciendo corrillo mientras levantaba y apartaba a mi dama del asfalto cruel. Cuando al fin se dispersó la muchedumbre, decepcionada al verme completamente ileso, pude comprobar los daños de mi celosa señorita, hacer un apaño de urgencia con la ayuda de las del super y de los mecánicos del taller local (como no puedo hacer publicidad no os diré que fué el Taller de Paco), y todo bajo la atenta vigilancia de los clientes del bar y del súper, que no perdían detalle. Al final pude encender la moto y traerla a Raxó. Estoy casi seguro de que los del bar me hicieron la ola cuando me vieron encender la moto, montarme y largarme. ¿Quén dixo medo?
He de reconocer que aún estoy un poco alucinado con la buena suerte que he tenido. Ya no puedo poner pegas de ningún tipo, y a eso digo ¡Amén!.. Aunque a la vez es triste, porque ya no le puedo echar la culpa a nada ni nadie. Ya no tengo disculpas. Ya no me puedo quejar. Y a eso le digo: ¡ALELUYA!

Bueno, herman@s, la pobre Virago celosona ya está arrepentida y algo maltrecha, y ya le he dicho que la voy a llevar al taller. Pero también sabe que como tire a E, le prendo fuego y me quedo tan ancho. Avisada está. Un abrazo a tod@s.

(Nota: El estilo literario tipo misa gospel ha sido buscado con intención por el autor, aunque con resultado ciertamente incierto. Mal que le siente a algunos lectores, el autor sigue sin presentar ningún interés por las religiones mayoritarias. Ningún animal ha resultado maltratado durante la grabación de este post)

Este me copió todo lo que sabe...

A este chavalín le enseñé yo todo lo que sabe.... salvo lo del Coche Fantástico, que me lo debió copiar sin que yo me enterara, el muy... Con la de veces que voy yo a París, que el tío pensaba que no me iba a enterar... Y mira que le dije. Puedes usar todo lo que te enseñé, Baldomero, pero lo del Coche Fantástico no te lo voy a enseñar, que es exclusivo, como cuando E se arranca la camiseta oyendo The Final Countdown....



En fin, que lo he enseñado bien... no?


sábado, 9 de julio de 2011

Mateo 3.3

Mateo 3:3: Pues éste es aquél de quien habló el profeta Isaías, cuando dijo: Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del señor, enderezad sus sendas.
Tranquilos, tranquilos. No me he convertido. Puedes volver a guardar el champagne, C, que tampoco va de ésta... Mateo es el segundo vástago de los felices JA, y 3,3 su peso en kilogramos. Felicidades a los dos. Ya sé que atrasadas, pero sabéis que, por lo menos, son de corazón.
Y es que últimamente he estado un poco ocupado, ya lo sabéis. Como en mi exilio en el Castañal no tengo Internet, y los fines de semana suelo estar lejos tirando flechas, he de reconocer que os tengo un poco abandonados. Por fin os animáis a comentar, tengo lectores nuevos que se han enganchado a estas historias que os cuento, todos me decís que lo pasáis de vicio con mis letras, gano millones en publicidad y las mujeres caen rendidas a mis pies (bueno, quizá estas dos últimas cosas sean producto de mi imaginación). Y yo voy y... ¿Qué hago? Os abandono como Moisés abandonó Egipto, como el códice abandonó Santiago... como Chanquete abandonó a la peña esa de retrasados con la que andaba. Es que se murió, diréis, no los abandonó. Él los quería mucho. Ya. Seguro. Si yo tuviera que estar un verano entero con el gordo del piraña, con la apalomidada de la profe, con la tontita de la Desi, con el chacho, con el animaliño que luego se hizo poli en otra serie, y con el resto de la peña de los madrileños pesaos que vienen al pueblo a tocarnos las bolas a los lugareños (y sé de qué estoy hablando, y algún día haré un especial "toristas"), si yo tuviera que aguantar a tanta gentuza como tenía que aguantar él, os digo, yo también me suicidaría. Porque no se murió, no. El Chanquete se suicidó, harto de aguantar a esa tanda de ñoños, harto de la guitarra de la profe, harto de la mierda musiquita que salía al principio de cada capítulo... Toda la vida pescando, currando duro, y luego te jubilas, pones el barquito en la finca (que costó un güevo, por cierto), empiezas un curso de acordeón, y empiezas a vivir como tú quieres... y va y llegan unos agilipollaos de Madrid a molestarte, a tocarte la vaina y a llamarte Chanquete... Hay que joderse, Chanquete... Menos mal que no te llaman lorcho, o el lampreas, o el pulpo que se agarra las merluzas... A tu edad y vienen unos repugnantes a llamarte Chanquete... Normal que se suicidara. Yo, sin embargo, los habría matado a todos y escondido los cadáveres en la sentina. Por pesados.

Abandonados os he tenido, en fin. Pero ya sabéis cómo me gusta lanzar plomo, hierro o piedras. Y si a eso se le suma que el público te aclama, te adora, te aplaude, se quiere sacar fotos contigo... Jopelines. Si hasta me han tirao los tejos (por desgracia, hombres). Además he podido ver cosas extraordinarias. Si bien el Nexus 6 había visto atacar naves en llamas más allá de Orión, yo he visto una lluvia de insectos alados en Esmelle, he oído ronquidos infernales que harían volverse loco al más cuerdo entre los cuerdos, he visto aves rapaces en manos de gigantes, chepudos deformes portando la cabeza de un hombre muerto, un faro con la base llena de oscuros pasadizos. He conocido gañanes, timadores, falabaratos y cheos de moscas. He visto a una dama luchar y luego quitarse la coraza. He escuchado historias terribles acerca de hombres malvados.  He conocido a hombres y mujeres buenos y malos. He subido a una torre con una bella guerrera. Y sobre todo, y esto no me lo vais a creer, paseando por el bosque me encontré con una bellísima Moura, que me miró con sus ojos verdes y me contó un secreto que juré no revelar, y si falto a mi palabra ella romperá mi corazón. No temas, Moura, por tu secreto. Sé que mi corazón está en tus manos. En buenas manos.

En resumiendo: Que vivan las ferias medievales. Deberíais todos vosotros probar el tiro al arco, os iba a encantar. E, que sepas que el arete tuvo un éxito increíble en Pontedeume. La pena es que se me cayera unas 20 veces al suelo, pero no temas, que lo tengo a buen recaudo, y como no había muchos animales de hez xl aún sigue siendo amarillo... casi todo.

Bueno, herman@s: Como decía aqueloutro. It's good to be back. Cuidaros mucho, que sois los mejores amigos que tenéis. Espero volver a poneros algunas letras en breve. Un abrazo a todos.

lunes, 25 de abril de 2011

El fin de los tiempos

¿Buenos días? No, amig@s. No son buenos días no more. El fin de los tiempos está llegando. Sin ningún tipo de dudas. El apocalipsis. No es que yo crea en las profecías de los mayas, en el asteroide Hercóbulus, en el noveno planeta del sistema solar o que las leyes son iguales para todos. No. El otro día he podido ver la prueba definitiva por mí mismo. Y no ha sido que tenga comentarios en mi último post, que también podría ser considerado como prueba en los más altos tribunales eclesiásticos -de hecho me consta que ya están haciendo nicutina (el que no conozca el término que lo diga, que se lo explico) porque ya se ven ardiendo en el infierno-. No. Os vais a quedar de hielo. Algunos os tiraréis de los pelos, y los puristas (como yo) nos estamos replanteando nuestras creencias y nuestros gustos. Después de tantos años creyendo... y practicando... En fin. Ahí va la bomba: Estrella Galicia ha sacado una sin. Y no me refiero a una sin con otro nombre (como era la River), sino con su nombre. Estrella Galicia 0,0. El acabose. Sin disimulos. La gran compañía se ha convertido al pichifluismo que nos domina, en el que los hombres se depilan las cejas (y otras partes del cuerpo que prefiero no mencionar) y beben cerveza 0,0. Se puede convertir la humanidad en algo peor, me pregunto. No. Me respondo. Ergo, el mundo ha llegado a su fin. Ya no queda nada en lo que creer, salvo que la gasolina va a seguir subiendo. Por cierto, que vendo mi coche, por si a alguno os interesa, un Megane precioso y semidescapotable, muy bien de precio (es mi blog y yo decido quién puede insertar anuncios en él, bastante me ha costado hilar un argumento en que pudiera meter la cuñita sin que cantara exageradamente).
En resumen amig@s, que 1º El mundo se va al garete, y 2º Vendo el coche.
No creo que me podáis recriminar que ponga cuñas en mi blog. Tampoco es para tanto. Nunca he puesto que vendo un maravilloso piso el Castañal, con unas vistas estupendas al parque, y sabéis que hace tiempo que está en venta. Ya en uno de los primeros posts os anunciaba que la crisis inmobiliaria es culpa mía. Pero os lo tomabais a coña. El hecho es que el mundo está muy mal. Nos dicen lo que hay que vestir, comer, leer, creer, pensar... según mejor convenga a los que nos mandan, que no son los que parece que mandan, sino los que venden lo que nos dicen que tenemos que comprar. Se inventan crisis, guerras, polémicas y entretenimientos como cortinas para impedirnos ver la realidad de lo que nos están haciendo. Que es quitarnos todo lo bueno que tenemos, la parte positiva de la humanidad, para hacernos sacar nuestros peores instintos, convirtiéndonos en depredadores de los otros humanos. Todo por la pasta. Y al que no la tiene o no la quiere le miramos mal. Money. Parné. Dinero. Da igual cómo se consiga, sólo importa cuánto. Sólo tenéis que ver la tele para ver quién la gana y cómo. Muchos diréis que el sistema económico que tenemos es el mejor de los posibles y que tal y que cual. Pensad sólo en esto: Hay un 80% de probabilidades de nacer en un país pobre, donde el que no muere de pequeño lo matan de mayor, o simplemente lo hacen morir de hambre. O le ponen un AK en las manos y le obligan a matar. Y cosas peores. Pero nosotros hemos tenido la suerte de nacer en el sitio bueno, así que podéis sentiros afortunados por ello, que no orgullosos por un sistema que permite y genera estas diferencias.
Bueno. Me he puesto un poco profundo, pero creo que apesta ya todo esto. Y todo por culpa de la pasta, que es por lo que vendo mi coche. Por poquita pasta. Que mas vale de pedir que de robar.

Hablando de manipulaciones y de pan y circo, he tenido que soportar en muy poco tiempo dos partidos del siglo. Uno, el de liga, en casa de CL, para el que me convencieron sobornándome con una comida, antes del partido, y una cena, durante el partido. La cena, espectacular. L nos hizo unas almejas que pa qué. Gracias (las que tiene: gran cocinera, juapiña, buena persona... lástima el mal gusto que tiene pa los hombres). En fin.Una gran cena. Lástima que tuviera que soportar el partido. A diferencia de J, yo no aguanto el fútbol. Me crispa. Salen 22 tipos endiosados que apenas saben leer ni escribir, que no respetan los valores ni las normas del juego, ni al árbitro, ni a los contrarios, y por ende ni al público ni al propio fútbol. Lo único que les importa es ganar. Partidos. O lo que es lo mismo, fama, dinero... No importa cómo se gana. El arbitro gominas se inventó tarjetas, eludió unos penaltis y se inventó otros. Pésimos jugadores, pésimos árbitros, pingües beneficios. Una vez fui al Bernabeu a ver un partido del Madrid contra el Osasuna en liga. Fuimos por sorpresa. Mi cuñao A nos recogió en el aeropuerto cuando C y yo volvimos de Moscú. El campo, imponente, enorme. Me encantó. Además estábamos cerca del césped y se veía todo de coña. Pero nada más llegar me dan una cerveza sin alcohol, en un vaso de plástico. Malo. ¿Por qué? Pregunto yo, inocente. Es que no se puede beber alcohol ni se permiten vasos de cristal, porque los tiran al campo. ¿Qué clase de público va al fútbol? Viendo el seis naciones por la tele te hinchas a ver gente con pintas de cristal en la mano. Y nadie las tira al campo.
Otra cosa que no soporto es que los jugadores le estén comiendo los güevos al árbitro seguido. Unos para que pite, otros para que no pite. Debería hablar sólo el capitán con él. Y los demás punto en boca. Que hay una duda, se ve en los monitores del estadio, y se pita en consecuencia. ¿Por qué no se hace? Yo sólo he arbitrado a chavales en un campamento, y al primero que se ponía tontito o me decía algo lo echaba. Y si seguía le daba una cariñosa mascada. Pero en el fútbol no. Todos los jugadores gañanes con sus peinados quirico, y sus melenitas y sus tatuajes van a decirle al árbitro lo que les sale de ahí, porque él es un matao que no tiene ni idea de fútbol y a él los de Audi le regalan coches. Así que tenemos 22 tipos entre los cuales raros son los respetuosos con juego, rivales y público. Un árbitro con dos padiolos que le asisten, que va tan presionado por público, prensa, jugadores y demás que ni sabe lo que pita a veces. Dos entrenadores tan o más endiosados que los jugadores. Y cienmil túzaros de público, de los que lo mejor se puede decir, como decían el otro día, es que no causaron disturbios graves. Y eso es el fútbol.

En fin, que me queda esto largo. Gracias por los comentarios. No es verdad lo que dice X que fuera una estrategia, ni J me ha convencido él solito. Mucha más gente me ha dado su apoyo en directo, y se lo agradezco. Un saludo a tod@s.

Portaros bien.

sábado, 16 de abril de 2011

Bueno, vale. Pues no era la última...

Hola Piruletas...
Gracias a tod@s por el apoyo. De verdad de verdad os digo (parezco un cura, eh?) que estaba en tinieblas y me habéis hecho ver la luz. Me sentía de bajón, como cuando con toda la ilusión del mundo le compré un cd de SS, la jefa de mi bro I, dedicado con todo cariño a A, el futuro suegro de D, que es un fan de ella. Y se lo dí todo cheo a D, pensando en que iba a flipar en colores y que me lo agradecería eternamente, y que a todos sus futuros hijos les llamaría Anxo por haberle hecho ganar un montón de puntos con su suegro. Pero D pone una cara rara. Y yo me pregunto ¿le habré dado uno de AC/DC en vez del de SS? Pero no. Es el último de SS. Entonces, infeliz de mí, le pregunto que qué pasa. Y el me dice que bueno, que está bien el detalle, que seguro que me lo agradecería un montón, pero... Pero qué? Le pregunto. Es que... me dice. Es que el nombre del padre de mi novia no es A. Es F.
Tócate las bolas, Baldomero. Dos o tres semanas recordándole a mi bro lo del CD, al final me lo trae, y voy yo y me equivoco de nombre. A era el nombre del suegro del futuro suegro, que era como se llamaba el bar que ya no es bar, sino el lugar donde jugábamos al pingpong. Qué bajón, hermanos. Pa mear y no echar gota. Así que si alguien conoce a un tal Arturo al que le guste SS, le puede regalar un disco dedicado.
Pero bueno, al final conseguí otro con el nombre correcto, y ya se me pasó el bajón, y ya vuelvo a escribir, y tal.

El caso es que se nos casó E. Ahora es EM. El fin del más grande mito sexual que ha habido en Pontevedra. Farraman se ha convertido en Minifarritaman. Seguro que alguna derramará alguna lágrima en su honor. Pero no hay vuelta atrás. Ahora es un hombre felizmente casado, y dentro de poco, supongo (podríamos hacer apuestas, pero yo diría que en 2012), padre ejemplar. Seguro. Porque aunque su imagen de Farraman es la que más destaca la gente que no lo conoce mucho, los que tenemos el honor de ser sus amigos sabemos que detrás de esa imagen hay una gran persona, un gran amigo que sabes que nunca te va a dejar en la estacada ni te va a fallar, y que siempre está ahí apoyando, ayudando y preocupándose por los demás. Y por eso puedo decirte, E, que te quiero mogollón, cabronazo. Y que te mereces estar con una buena mujer como es M, que es un cacho de pan. Felicidades a los dos. A ver si traéis a Pinocho con vosotros...
Si en las anteriores bodas he destacado distintas facetas, en esta destacaré la emoción que envolvía a parte de los participantes. Hablaron sendos hermanos de los contrayentes y la mejor amiga de la novia. Y quitando a la hermana de la novia, que no lloró, lo que es la amiga, N, no podía casi hablar con la emoción y con los lagrimones que le caían. A moco partido. El alcalde, ante la emotividad del momento y en total sintonía con la pobre N, se estaba partiendo de risa. Pobre (ella, claro, que el alcalde lo pasó pipa). Pero ya sabemos que las tías pa eso son así. Lloran en una boda, que es algo que normalmente da alegría a los demás. ¿Por qué? No lo sé. Yo no las entiendo. Pero lo de Q... lo de Q fue una sorpresa. El hombre de hielo, el hombre que no lloró ni siquiera cuando el médico le dio las palmadas en el culo... Mr. Anónimo... Va y nada más empezar a hablar se deshace en un mar de lágrimas. Su hermano se casa con una mujer estupenda en todos los sentidos y va él y se pone a llorar como una nenaza. Y lo que es peor, le contagia la llorera al padre, a la madre, a la sobrina de EM, e incluso al propio novio, que tuvo que solucionar la papeleta con un abrazo fraternal que dejó huella hasta en los corazones más curtidos, en un arranque de amor fraternal que tornó las lágrimas de la madre en una sonrisa feliz, orgullosa de ver el amor que sus hijos se prodigaban. En fin. Un abrazo, Q. Si no hubiera perdido mis lacrimales en Vietnam, yo también habría llorado.

Otro detalle a destacar, y que demuestra lo extraño del pensamiento de las mujeres, fue el de la conductora del bus. Veréis. Había dos buses. Uno iba delante conducido por un señor. El otro, en el que iba, entre otros, yo, iba detrás, conducido por una señora o señorita, perfectamente capaz y que nos llevó con total profesionalidad hasta el pazo. Pero nos mandaron a dar la vuelta antes de dejarnos, y ahí surge el detalle. El primer bus entra de frente en un cruce, sale marcha atrás y listo. Vuelta dada. Nuestra conductora ve la maniobra. El otro bus se va y le toca el turno a ella. Y... ¿cómo da la vuelta? Pues totalmente al revés. No le debió parecer correcta la maniobra de su compañero, y en un alarde de inspiración pasó el cruce, entró en él marcha atrás, y, después de al menos 10 maniobras y con todo el pasaje totalmente asombrado/espantado por la complicación buscada para una maniobra tan simple, logramos dar la vuelta. ¿Por qué? Quien sabe. Conducía perfectamente, pero se complicó la vida para dar la vuelta por no hacerlo como su compañero. ¿Acaso le caía mal? ¿Tenía que demostrar que las mujeres son superiores y por eso los del otro bus nos llevaban dos canapés de ventaja? Explícamelo, X, tú que sabes de esas cosas.
Y así llegamos al pazo. Y había un violinista y un acordeonista, y camareros, y pinchos, y bebida, y comida (tremendas cigalas... tamaño XXL y calidad extra), y carneiro ó espeto, y más bebida y baile y jiji, y jaja. Una boda como dios manda, y siguiendo el ejemplo de PA, con fotos de los novios desde pequeños. Todo entre la familia (por desgracia, no toda) y con los amigos (por desgracia, tampoco todos. Animo, Sucio, estamos contigo).

En fin. Que una gran boda. De esas que al día siguiente dices (yo por lo menos, lo dije) No vuelvo a beber. Porque a noches alegres, mañanas tristes. Otro día más y mejor.

Abrazos a todos.

lunes, 28 de marzo de 2011

La última?

Buenas, soci@s.
Hoy podría contar la despedida de E, o la segunda parte del viaje a Moscú, o una peli o... qué se yo. Pero no voy a contar nada.
Sólo os diré que mi fiel (gracias, X, por tu apoyo a lo largo de la vida de este blog) y casi única lectora ha hecho un blog, este sí, bien hecho y con un montón de cosas apetecibles y con lectores participativos. Enhorabuena por el blog, X, veo que además de ser una gran cocinera, hasta estás aprendiendo a manejar bien la cámara... espero probar alguna de esas cosas mañana... pena de las de San Patricio... te queda alguna?. En fin, que yo me he hecho seguidor. Vosotros podéis hacerlo también en http://misgalletasyotrascosas.blogspot.com/. Merece la pena, aunque da hambre. 
Bueno, os diré también que este es, probablemente, el último post que hago. He intentado que la gente participase con comentarios y sugerencias, por activa y por pasiva, con directas e indirectas. Y no lo he conseguido. Eso significa que este blog no interesa, así que he decidido no gastar más tiempo y energía en él. Si he logrado que alguien esbozara una sonrisa en alguna entrada, bueno, algo que he logrado. Y conste que me lo he pasado bien escribiendo, y voy a seguir haciéndolo, pero en otros espacios. Vosotros seguid colgados del Facebook, que tiene más fotos y no hay que leer tanto. No os vayáis a cansar.
En fin. Adios, piruletas. Que nos vaya bonito a todos.

lunes, 28 de febrero de 2011

Hemos vuelto a sacarla....

Hemos vuelto a sacar a la bestia. Cada vez que esta guitarra sale de su funda una gran farra va a tener lugar. Algunos dicen que llegó allende los mares. Otros dicen que el propio Belcebú la mandó fabricar al más gitano de todos los que tenía en el infierno para garantizar la farra por toda la eternidad, pero que el fabricante, como buen gitano que era, se la vendió a un fulano que pasaba por allí.Y que el fulano se la llevó del infierno para subirla a la tierra (el tío sólo proveía de hielo a Satanás, para los cubatas, lo cual era un gran negocio en volumen, todo sea dicho de paso). Cuando la sacó de su funda la primera vez se dió cuenta de su poder, ya que estuvo de fiesta cuatro días y la mujer lo echó de casa. En vez de apenarse por ello, nuestro hombre de hielo (ya os digo que fabricaba cubitos) le dijo a su mujer frígida (era la socia mayoritaria de la empresa) que por fin había descubierto su papel en el mundo, y que le fueran dando. Entonces se cuenta que tiró la funda en algún sitio desconocido (con la misma lamprea) y emprendió una vida de tarambana, que duró hasta que a los dos meses murió de cirrosis, complicada por una paliza mortal que los gorilas de Satán le propinaron por llevarse la guitarra del infierno. Y es que el diablo estaba enfadado. Primero, porque el fulano que le traía el hielo para los cubatas hacía dos mese y cuatro días que no aparecía. Segundo, porque algún capullo le había comprado la guitarra farrera al gitano (entonces el angel caído no conocía que el capullo era el heladero). Tanto se enfadó que se cuenta que al gitano lo torturó machando y estirando las partes nobles del pobre infeliz hasta el punto en que pudo hacer un bolso de buen tamaño para la Sra Satanás (se dice que cabían tres pares de zapatos y una bicicleta de montaña dentro) del "saquito de las bolas", y con el pellejillo del "aparato" se hizo un cinturón para él. Y todo lo estiró sin cortarlo antes, y con el gitano vivito y... sin colear nunca más, pobrecito. Ahora se dice que pena por el infierno totalmente loco, y que dice a todos aquellos malditos que lo quieren oír que es un ángel caído del cielo, y que por eso no tiene sexo.
Nunca más se pudo encontrar la funda de la guitarra, así que todos los siguientes dueños fueron vistiéndola poco a poco con pegatinas para que no tuviera frío (tened en cuenta que los farreros de pro se lo gastan todo en fiesta -que diría Pocholo-, así que no había para comprar fundas, pero las pegatas suelen ser gratis).  Pero al poco tiempo se daban cuenta de su poder y se la endosaban a otro minifarritas que luego se convertía en farrero mayor, que al darse cuenta de su poder se la pasaba a otro, y así sucesivamente. Pero la maldición no cesaba para aquellos por cuyas manos pasaba nuestra guitarra, pues Belcebú seguía el rastro de la guitarra que añoraba, eliminando de distintas maneras horribles a todo aquel que la hubiera poseído. Se dice que el propio Jimi Hendrix la poseyó y por eso Luzbel lo castigó. Se dice que Hendrix se la había dejado poco antes de morir a Jim Morrison y que por eso el Leviatán lo castigó también. Hay rumores de que Morrison, con la lamprea, se la olvidó en el metro de París, donde un monje jesuita la encontró. El jesuita era uno de esos religiosos buenos y conocedores de los entresijos de la verdadera fe, como buena prueba de ello os diré que había sido declarado hereje y expulsado de la iglesia por el propio Pablo VI, y la primera vez que tocó la guitarra notó su poder maléfico. Pensó y pensó en cómo podría erradicar la maldad de la guitarra, y tras meses de largas meditaciones se dio cuenta de que no había nada malo en la guitarra, dado que la fiesta no es algo malo de por sí. La maldición era que el Maligno la buscaba, así que le puso la pegatina del Cristo de los siete mares santos en el clavijero, y se fue en busca del diablo para devolverle la guitarra. El diablo al ver la guitarra se alegró mucho, pero cuando se fijó en la pegatina del clavijero le dió un entripado, se le puso un ojo choco y le salieron quince almorranas... De esta manera, suplicóle al (ex) monje que se la llevara lejos de allí, que no quería verla más. Y se acabó la maldición. Y siguió la fiesta.
Y un día mi bro se encontró con el jesuita, que estaba demacrado y con una resaca descomunal, y como vio que había el pobre perdido hasta la ropa, le regaló una camiseta de Centoloman, y el (ex) monje, agradecido, le dio a cambio la poderosa guitarra, advirtiéndole antes de su gran poder, y de que la utilizase sólo en grandes eventos. Todo gran poder implica una gran responsabilidad, le dijo, así que no desperdicies su poder en fiestas de mierda.
Y así, una o dos veces al año, mi Bro saca la guitarra en una fiesta meritoria. Esta vez el motivo no era nada nimio. La despedida de soltero del hombre. Pero eso ya os lo contaré otro día (lo que se pueda, claro). Simplemente admirad la belleza de la creación del gitano:


Cuidaros, herman@s.